Los procedimientos relativos a accidentes laborales son procedimientos complejos que deben ser gestionados por profesionales con amplia experiencia en la materia, ya que en ocasiones comprenden aspectos no sólo estrictamente laborales, sino también penales, administrativos y civiles. Por lo que es necesario contar con la ayuda de un abogado especialista en laboral desde el inicio.
Conforme a la legislación vigente, todas aquellas lesiones que sufra el trabajador como consecuencia de su trabajo, incluidas las que sufra durante el desplazamiento al mismo, tienen la consideración de accidente de trabajo.
Dos son los requisitos, por lo tanto, para que tengan tal consideración: que se haya producido una lesión y que dicha lesión sea consecuencia directa del trabajo, existiendo una presunción iuris tantum de que toda lesión sufrida durante el tiempo y lugar de trabajo es accidente de trabajo.
Conforme a la normativa aplicable, tienen la consideración de accidentes de trabajo los siguientes: Los accidentes sufridos en lugar y tiempo de trabajo.
Los accidentes que se producen en el lugar de trabajo tienen su origen, en gran medida, en la falta de adopción de unas adecuadas medidas de seguridad en el trabajo así como en una falta de formación en prevención de riesgos laborales.
Cualquier accidente grave o que implique infracción de la normativa aplicable debe ser objeto de denuncia ante la Inspección de Trabajo de la provincia en que radique el centro de trabajo.
En multitud de ocasiones, del accidente de trabajo sufrido se deriva una situación de incapacidad permanente y/o minusvalía.
Procedimientos que exigen contar también con un buen asesoramiento jurídico y médico desde el principio, ya que su reconocimiento por los órganos competentes es cada vez más complicado.
“Accidente de trabajo in itinere” es aquel accidente que sufre el trabajador al ir o volver de su lugar de trabajo. Se exige para que tenga tal consideración que no se produzcan interrupciones entre el trabajo y el accidente y que se haya seguido en el desplazamiento el itinerario habitual.
En este caso no existe una presunción de laboralidad, sino que quien alegue que ha sufrido un accidente in itinere deberá acreditar la concurrencia de todos los requisitos exigidos para que sea calificado como tal.
De igual forma, pueden existir indemnizaciones recogidas en contratos de seguro que deben ser objeto de análisis y, en su caso, de reclamación ante las propias Compañías aseguradoras.
Con carácter general, el plazo para reclamar en caso de accidente laboral es de 1 año desde que se puede reclamar, normalmente, desde el alta médica y/o laboral.
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